Cuentan la historia de la existencia de un sabio, un hombre mayor que vivía en la ladera de una montaña perdida, en un lugar perdido,..
Por todos era conocido el sabio como un hombre de gran poder pornosticador, futurólogo, e incluso mago, con lo que las visitas de desconocidos pidiéndole consejo se sucedían de vez en cuando.
La llegada de un joven a casa del sabio, no le cojió a éste por sorpresa. El joven, cansado del viaje, no dudó en presentarse y pedirle respuesta a una pregunta de vital importancia para él.
- Sabio,..¿Cómo puedo conseguir lo que desee?
El sabio hace caso omiso al joven y sigue en su meditación.
El joven se tomó el silencio como una ofensa y se marchó enfadado, volviéndo al día siguiente y haciéndole al misma pregunta:
-Sabio,..¿como puedo conseguir lo que desee?
La respuesta del sabio fue exactamente la misma, silencio, y la acción de joven idem, marcharse.
Al cabo de varios días de la misma pregunta, el sabio decide responderle (imagino por lo pesaito del colega-esta parte no es del cuento, es cosecha propia) y toma al joven de la mano y se lo lleva colina abajo hacia el río.
El joven lo acompaña enmudecido pero confiado en que sabrá cómo alcanzar sus deseos.
Al llegar al río, el Sabio y el joven se adentran en el mismo hasta que el agua les llega por la cintura, momento en el que sin mediar palabra, el sabio cogió al joven por el cuello y le sumergió la cabeza en el agua.
Los pataleos de éste para soltarse eran en vano y seguía bajo el agua y buscando salvar su vida.
Al cabo de unos segundos, cuando estaba a punto de quedarse sin aire y morir, el genio le sacó la cabeza del agua.
El joven, con una respiración muy ansiosa (normal), le preguntó el por qué de aquello, a lo que el sabio contestó:
-Me llevas unos días preguntando que qué haces para conseguir lo que deseas ¿verdad?, pues esa era la respuesta.
EL joven puso cara de no saber a que se refería.
-Cuando estabas dentro del agua, sin aire, sin poder respirar,...¿qué deseabas con todas tus fuerzas?- preguntó el sabio.
-Respirar,...aire...- contestó el joven.
-y lo que hiciste para conseguir eso que tanto deseabas, era luchar, pelear, hasta que lo conseguiste...deseabas respirar y peleaste por conseguirlo...esa es la respuesta a tu pregunta, pelea y lucha por aquello que deseas, merecerá la pena..
23 octubre 2009
14 octubre 2009
104 años
Hoy 14 de Octubre el Sevilla Fútbol Club cumple 104 años de vida y de historia.
104 años la verdad es que da para mucho.
Da para seguir ganando, para seguir jugando, para no agachar la cabeza, para no dejar de correr, de pelear, de soñar, de apretar los dientes, para seguir gritando, cantando y abrazando...
104 cuatro años te impulsa a no rendirte en ninguna circunstancia, como en la letra, "dicen que nunca se rinde", y a no bajar los brazos hasta que el árbitro pita el final del partido.
Tanto tiempo te da para echar una miradita atrás y recordar a aquellos que nos dejaron fisicamente para seguir viviendo en nuestras memorias.
Por eso que mejor que esa sensación de ganas de saltar al campo y meter gol, por todos aquellos que nos escuchan, que creen en nosotros y que forman parte de nosotros, ahora y en la hora de nuestra muerte,..o del día a día...
Te toca. Llega el momento. cumples 104, 182 o 500,..."dicen que nunca se rinde"
empieza el juego.
El paquete de galletas
Cuenta la historia, que en una estación de tren(viene al caso), hallábase una mujer esperando con su billete en la mano y esperando en el andén.
En ese momento, escucha por la megafonía de la estación, que el tren que ella espera, sufre un retraso de 1 hora, por lo que la indignación y el enfado de la mujer es justificado.
En ese momento decide irse a una de las tiendas aledañas del recinto y compra una botella de agua, una revista y un paquete de galletas, con la intención de hacer la hora de espera lo más aciaga posible.
Con la compra, se sienta en un banco del andén a esperar la llegada de su tren mientras que lee la revista y le da un par de tragos a la botella de agua.
Justo en ese momento, un joven leyendo un libro se sienta a su lado en el banco del andén. El joven se encuentra totalmente absorto con la lectura, por lo que no media ni palabra.
A la mujer le parece un poco maleducado, pero no le da mayor importancia.
A esto que ocurre lo que no se espera. El joven, toma el paquete de galletas y coge una, y se la come sin levantar la vista de su libro.
A la mujer le parece un descaro, maldice la falta de respeto y tolerancia en su pensamiento, y frunce el ceño. Lo deja pasar.
Al cabo de unos segundos, el joven, nuevamente coge otra galleta y se la come sin levantar la vista de su apasionada lectura.
La mujer cree que la situación pasa de la raya, y coge el paquete de galletas y con un gesto de enfado, coge el paquete de galletas y se come una.
El joven despierta de su letargo "lecturístico" y sonríe al ver el gesto de la mujer. Éste toma el paquete y volviendo a sonreir, toma otra galleta y se la come.
La mujer ve la desfachatez en persona y tomando el paquete, coge otra galleta y se la come con muestras evidentes del malestar y enfado enorme que padece.
El joven responde de la misma manera, tomando otra galleta, pero sonriéndole.
Entre las muestras de enfado de la mujer y la sonrisa del joven a cada galletada, se acaba el paquete quedándo solo una galleta.
EL joven cogela galleta y la parte por la mitad. Media para él y media para ella.
La mujer toma su trozo de galleta y se la come con una cara de enfado como no te puedes imaginar, mientras que el joven hace lo mismo con su trozo y su nuevamente sonrisa.
A esto que llega el tren. La mujer se levanta indignada por la falta de educación del joven que por toda la cara se comió su paquete de galletas y se sube al tren, dejando al joven en el banco de la estación y volviendo a su libro sonriendo.
El tren se aleja de la estación y la mujer no deja de darle vueltas a lo increible de la situación. Ordinario, malcriado, maleducado, intolerante,..son adjetivos que le viene a la cabeza cuando recuerda el "altercado" con aquel joven.
A todo esto que llega el revisor pidiéndole el billete. La mujer abre su bolso en busca del mismo y descubre algo que la deja atónita..
Su paquete de galletas intacto. El otro era del joven.
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En ese momento, escucha por la megafonía de la estación, que el tren que ella espera, sufre un retraso de 1 hora, por lo que la indignación y el enfado de la mujer es justificado.
En ese momento decide irse a una de las tiendas aledañas del recinto y compra una botella de agua, una revista y un paquete de galletas, con la intención de hacer la hora de espera lo más aciaga posible.
Con la compra, se sienta en un banco del andén a esperar la llegada de su tren mientras que lee la revista y le da un par de tragos a la botella de agua.
Justo en ese momento, un joven leyendo un libro se sienta a su lado en el banco del andén. El joven se encuentra totalmente absorto con la lectura, por lo que no media ni palabra.
A la mujer le parece un poco maleducado, pero no le da mayor importancia.
A esto que ocurre lo que no se espera. El joven, toma el paquete de galletas y coge una, y se la come sin levantar la vista de su libro.
A la mujer le parece un descaro, maldice la falta de respeto y tolerancia en su pensamiento, y frunce el ceño. Lo deja pasar.
Al cabo de unos segundos, el joven, nuevamente coge otra galleta y se la come sin levantar la vista de su apasionada lectura.
La mujer cree que la situación pasa de la raya, y coge el paquete de galletas y con un gesto de enfado, coge el paquete de galletas y se come una.
El joven despierta de su letargo "lecturístico" y sonríe al ver el gesto de la mujer. Éste toma el paquete y volviendo a sonreir, toma otra galleta y se la come.
La mujer ve la desfachatez en persona y tomando el paquete, coge otra galleta y se la come con muestras evidentes del malestar y enfado enorme que padece.
El joven responde de la misma manera, tomando otra galleta, pero sonriéndole.
Entre las muestras de enfado de la mujer y la sonrisa del joven a cada galletada, se acaba el paquete quedándo solo una galleta.
EL joven cogela galleta y la parte por la mitad. Media para él y media para ella.
La mujer toma su trozo de galleta y se la come con una cara de enfado como no te puedes imaginar, mientras que el joven hace lo mismo con su trozo y su nuevamente sonrisa.
A esto que llega el tren. La mujer se levanta indignada por la falta de educación del joven que por toda la cara se comió su paquete de galletas y se sube al tren, dejando al joven en el banco de la estación y volviendo a su libro sonriendo.
El tren se aleja de la estación y la mujer no deja de darle vueltas a lo increible de la situación. Ordinario, malcriado, maleducado, intolerante,..son adjetivos que le viene a la cabeza cuando recuerda el "altercado" con aquel joven.
A todo esto que llega el revisor pidiéndole el billete. La mujer abre su bolso en busca del mismo y descubre algo que la deja atónita..
Su paquete de galletas intacto. El otro era del joven.
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03 octubre 2009
El "Grandullón"
Que me permita llamarle asi, aunque sea por unos momentos, o unas líneas.
Frederick Kanouté.
Un huracán incansable de persecución de objetivos, de alcanzar metas, de construir futuros de gente que seguro ni conoce. Un brazo solidario allá donde los haya, la mano que aparece casi a la desesperada cuando estás a punto de caer por un precipicio, aferrándote a ella, aferrándote a la vida, a la continuidad, al desarrollo.
Al desarrollo de Africa, de Mali, de aquel lugar, punto o esquina del planeta en el que haya un niño infelíz.
La ciudad de los niños. Ese es el sueño de un hombre que no cesa en alcanzarlo. Lo quiere a toda costa, aunque eso le cueste su tiempo y dinero.
La Fundación Kanouté es la que se encaraga de dar a conocer el proyecto.
La ciudad de los niños albergará a muchos infantes de Mali, huérfanos y no huérfanos, teniendo comida, alojamiento, un desarrollo,..un futuro.
Para hacer más grande esta labor, Santiago Ahuanojinou Zannou realiza un documental sobre "el grandullón", por lo que el Sanchez Pizjuan se vestirá de protagonismo y Solidaridad una vez más.
Durante el partido Sevilla FC - R. Madrid, en la previa mejor dicho, se cantará una canción de agradecimiento al jugador, entonada por la grada y con las miradas muy puestas en el jugador y en su "ciudad".
http://www.respetoporeldeporte.com/
Ojalá expresara con mejores palabras la alegría propia de tener un jugador asi en mi equipo,..pero ya sabeis que no soy escritor, asi que no pidais peras al olmo.
Dice FRederick, que celebra los goles levantando los pulgares al cielo en agradecimiento por un momento de alegría y felicidad. Me encanta el hecho en si...
No estaría de más agradecer los momentos felices de vez en cuando...
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Frederick Kanouté.
Un huracán incansable de persecución de objetivos, de alcanzar metas, de construir futuros de gente que seguro ni conoce. Un brazo solidario allá donde los haya, la mano que aparece casi a la desesperada cuando estás a punto de caer por un precipicio, aferrándote a ella, aferrándote a la vida, a la continuidad, al desarrollo.
Al desarrollo de Africa, de Mali, de aquel lugar, punto o esquina del planeta en el que haya un niño infelíz.
La ciudad de los niños. Ese es el sueño de un hombre que no cesa en alcanzarlo. Lo quiere a toda costa, aunque eso le cueste su tiempo y dinero.
La Fundación Kanouté es la que se encaraga de dar a conocer el proyecto.
La ciudad de los niños albergará a muchos infantes de Mali, huérfanos y no huérfanos, teniendo comida, alojamiento, un desarrollo,..un futuro.
Para hacer más grande esta labor, Santiago Ahuanojinou Zannou realiza un documental sobre "el grandullón", por lo que el Sanchez Pizjuan se vestirá de protagonismo y Solidaridad una vez más.
Durante el partido Sevilla FC - R. Madrid, en la previa mejor dicho, se cantará una canción de agradecimiento al jugador, entonada por la grada y con las miradas muy puestas en el jugador y en su "ciudad".
http://www.respetoporeldeporte.com/
Ojalá expresara con mejores palabras la alegría propia de tener un jugador asi en mi equipo,..pero ya sabeis que no soy escritor, asi que no pidais peras al olmo.
Dice FRederick, que celebra los goles levantando los pulgares al cielo en agradecimiento por un momento de alegría y felicidad. Me encanta el hecho en si...
No estaría de más agradecer los momentos felices de vez en cuando...
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