22 noviembre 2010

17 años

Son muchos. Demasiados. Pero quedan más, al menos eso creo.

Inmerso en construir mi camino, hago repasar a mi memoria para recordar como construias el tuyo día a día, y es que sigo usándote de espejo, de reflejo en agua, en un cristal, a pesar de que sean ya 17 años los que nos separan en el tiempo.

Cogiste aquel tren cuando aun ni siquiera el Anden existía en mi mente, y hasta hoy, sigo acordándome de los consejos, las formas, las ganas,...la manera de ver a los demás, de verse uno mismo, dar valor a las cosas que no ves, esperar a aquellos que merecen que se les espere, perdonar,..y miles de cosas más que tengo aqui ahora mismo.

La distancia es solo tiempo, ya que el espacio es el mismo que compartimos y seguimos compartiendo hoy en día, porque a pesar de no verte en persona, me basta con cerrar los ojos para imaginarte,...es cuando entiendo que estas aqui...

Por saber que nunca cogiste aquel tren, que vas y vienes al Andén cuando quieres, que eres quien me enseñó a dar los primeros pasos, las primers caidas en la bicicleta orbea, por estar al lado cuando me afeité por primera vez,..por ello, gracias "maestro", tu andén contigo.

Dar pasos recordando tu gloria...ahi es nada.

15 noviembre 2010

Nueva apatía

Si unas cosas mejoran con el paso de los días, otras enjugan mi pensamiento no más de 1 segundo cada 24 horas, lo que es mucho para la importancia que quiero darle al tema, y aun así le regalo algunas décimas a ese segundo, para que luego me tachen de poca profundidad.

El viajero se pone frente a la pared de los reproches a verlas venir, a escuchar malos comentarios, malas anecdotas, ideas nada pacificadoras y revoluciones que para una vez que llegan lo hacen tarde, pero las personas somos asi, entre las que me incluyo.

Como bien decía Ricardo Castella en su monólogo "Los sótanos del Ser humano", tenemos personas para las que somos especiales, pero ellos para ti,....no se, no se...todo ello en un enclave más de humor que el carácter que te quiero imprimir...y todo esto porque veo desde la incomprensión mía y la desconfianza de otros, un medio para "comentar la jugada" al estilo Radio Marca, o sea, barriendo siempre pa`casa,..o si lo prefieres a lo "radiopatio", en donde los continuos comentarios no hacen más que herir en lugar de curar.

La incomprensión de mi padecimiento para algunos se convierte en sonrisa perpetua mía, al ver que les importo, o tal vez sólo importa el comentario elocuente sobre lo que me ocurre, por ser la moda, por ser lo que tenemos hoy en este "Sálvame Deluxe" que muchos se empeñan en querer en sus vidas, algo de lo que siempre huí,..y huiré.

A espaldas de lo que se hable o se comente, me da igual, no es de mi incumbencia lo que se piense de mi, tan solo quien me conoce y me entiende, y me quiere,..sabe por lo que he pasado y estoy pasando por arreglar y curar estos jirones en mis ropas, las cuales son y repito, mucho más importantes que comentarios, locuciones, críticas, letras desconcertante, etc etc...

En definitiva, las cosas se van arreglando, todas poco a poco, pero se van arreglando, que es lo que importa, vendran unas nuevas, otras antiguas,..pero seguiré en el anden, contándote mis penas, mis desavíos, mis "lapsus",...y los días pasarán, pero la gente se quedará, algunos,...otros espero que se marchen en el siguiente tren.

12 noviembre 2010

Llegando a puerta

Después de varios días,...bueno semanas, en las que la poca verguenza que tengo me hace no escribir en el anden, me siento aqui de nuevo en el banco de esta estación a hablarte sobre un video que descubrí hace tiempo y que ahora te lo muestro.

En días en los que el balón se acerca al área de nuestro contrario, el momento de rematar esta cerca y si llega el "gol", pues imagínate la alegría...

Y todo esto porque te dije que necesitabas marcar, y ahora te veo frente a portería, con la sana intención y amistosa a la vez, de reventar el cuero y estrujarlo contra la red blanca del fondo...y es que parece que te estoy viendo.

El momento se acerca, el del paso adelante, el oportuno, el adecuado.

Ahora sigue en el candelero, prepárate, va el centro preciso, sólo tiene que darle con todas tus fuerzas.

DEscuida que no descansaré tanto esta vez, vuelvo yá.