Llega José.Mi José.
Aprovechando su santoral, mi felicitación por supuesto, y de camino que voy a abrir una ventana que da donde pocos pueden llegar, él si lo hace.
En el próximo tren se baja en el Andén 10, y no te puedes ni imaginar la de ganas que tenía de verle por estos lares. y es que aunque lo vea menos de lo que quisiera, sabemos que estamos ahi mutuamente, por mucho tiempo y tambien por esta vez, espacio que nos separe.
Es un "ser" especial. Su presencia es capaz de iluminar una sola habitación a oscuras, por no decirte su lucha y entrega con esta puta vida que a veces le toca vivir...pero se repone, de todo. No conozco a nadie con más "cojones"(permítemelo, a veces no entra otra palabra que no sea ésta) a la hora de ver lo que tiene delante, por muchas puñaladas que le den, por mucho daño que le hagan, por mucho dolor que tenga guardado en alguno de sus rincones,...siempre que le pides ayuda, tras su sonrisa siempreterna, salen 4 palabras : "Qué tengo que hacer".
Por eso su título en el post, porque tienes sus manos imbatidas, nadie las para.
Muchas veces pienso que si tuviéramos un Ángel de la Guarda, el mío tendría la forma y la cara de José, porque es inevitable recordar que él apareció en mi vida, cuándo mi Padre marchó para el tercer anillo...desde entonces, está aqui...
Es mi amigo, mi orgullo al hablar de él, mi respeto a su personalidad, que no la cambie, mi ideología por la luz que despide al mundo sin apenas darse cuenta, mi amistad en forma de Música, mi gratitud por los nudos que deshace y mi cariño, por el mismo que me llega de él.
Estoy nervioso. Ya está llegando el tren, y tiene parada aqui, con un viajero que se baja a verme.
Otro viajero igual que yo. Otro autoestopista en busca de luces en la oscuridad de la carretera.
Ya está aqui el tren, mi cuello se vuelve loco mirando hacía el interior de los vagones para ver en cual viene, sigo nervioso y el tren ya paró.
Y se baja...llega mi José.
Bienvenido a tu Andén 10.
