26 junio 2014

Mi protagonista

Un año.


Siendo sincero, un año y un mes.


Eso es el tiempo que ha transcurrido desde que el mundo es diferente por cada esquina que cruzo. La luz ha cambiado, el tiempo pasa vertiginosamente, el pensamiento fluctúa cada segundo...y no soy capaz de inventarme una historia en la que no esté mi pequeño de protagonista.




Ser Padre.



Que quieres que te diga, pues que todo es poco para ellos. Tu tiempo, tu Energía, tu paciencia, tu miedo, tus nervios,...y tus cantes y bailes...porque pocas cosas se pagan más bien en este mundo que una risotada de tu pequeño cuando estas con uno de sus pantalones en tu cabeza y bailando el "aserejé".


La gratitud por su bienestar es directamente proporcional a todos los "Gracias" que puedan ocurrirse a lo largo de una vida,...o de una existencia,...y si fuera distancia, daríamos unas cuantas vueltas al universo pasando por delante de tus ojos cada "x" millones de años, para decir la palabra agradecida.


Ser Padre.


Millones de libros sobre ser buenos padres, clases de preparación al parto y a lo que viene después, consejos y comentarios sobre esto o aquello, los "opina" de turno con su educación, los del equipo de fútbol, los de "que duerma en su cuarto sólo para que se acostumbre"...todo eso se queda a la altura de la babucha de una átomo, cuando lo ponemos al lado del arremolinamiento de sentimientos, sensaciones y emociones que se sienten.
Y es que un millón de libros sobre cómo dormir a tu hijo, no puede compararse al momento de llevarlo dormido en tus brazos hasta el dormitorio, con tu propio cuerpo casi inerte, a excepción de las piernas para andar,..y notando sus bracitos colgando por tu espalda. Una de las más hermosas sensaciones.


Por eso y por mucho más, no queda atisbo de mi ser que no lo conciba el verdadero protagonista de lo que llevamos de destello, y por ello te lo cuento, para que sepas que estoy Felíz, y que por una vez desde hace mucho, vuelve a ver otro Maestro en mi vida.