14 octubre 2013

Desenredando el reloj.

Lo mismo que los humanos solemos enredarlo cada vez que nos da la gana, pues yo lo desenredo...por si acaso me estuvieras escuchando..

La sonrisa de mi cara lleva meses sin borrarse, casi los mismos que llevo sin escribirte, sin que pasen trenes por el Anden 10, bueno uno si que llegó....el 20 de Mayo...

Aquel viajero ha supuesto mi antes perpetuo y mi después eterno, mi capacidad dedicada a la más infinita de las paciencias y a la exclusividad del tiempo durmiendo a "duermevelas", por decirlo cariñosamente.

La vida se me ha vuelto del revés desde el mismo momento que supe de su llegada, y sólo desde entonces, mi mente desenreda el tiempo que me queda para volver a verlo, para que me tire del pelo por curiosidad, y que me babee la camiseta al mismo tiempo que yo babeo todo el suelo de mi casa.

Mi viajero más mágico, más "excelvilloso" y más bonito...mi niño Francisco...

Mi pequeño Sol...

Vuelvo para volver,...llego para escribir...