Porque perteneces al Andén 10 tanto como yo, y sobre eso no hay discusión.
Tú tambien coges trenes que van y vienen cuando te plazca que para eso eres quien eres, y por eso significas para mi lo que significas, lo que significabas, y lo que vas a significar aunque sean ya 18 años los que nos separan.
18 años en el tiempo, pero no en el espacio, como dije una vez.
Por eso llegas de nuevo en un nuevo día triste como lo es hoy, pero a cada año que pasa lo lleno de cosas nuevas que seguro me las mandas tú desde donde estás, y es que no cesas en tu empeño de querer vernos bien a todos aunque nos separen no se cuántas dimensiones y espacios siderales.
Y arraigo de la fortuna que supone ser hijo tuyo, gritando tu nombre por los callejones de la memoria, por los recovecos al escribir o leer tu nombre en cualquiera de los lugares por los que anduve.