Presumiblemente si eres mujer lo tienes complicado, y ahora te explico el por qué.
Hace poco me han contado la historia del pensamiento de un filósofo contemporáneo, tratando de evaluar el pensamiento del hombre y de la mujer.
Comparando la mente de ambos con numerosos cajones, la mujer tiene multitud de ellos, el de la familia, el de las amigas, los amigos, el trabajo, los niños, el amor, el maquillaje, las compras, el deseo, la tolerancia, la solidaridad, el chocolate, etc etc,...y muchos más que me puedo pegar aqui hasta mañana, pero sigamos. Cada vez que la mujer abre un cajón en su mente, piensa en lo que contiene ese cajón, de ahi a pensar cariñosamente que siempre tiene al menos 1 cajón abierto sea el momento que sea.
Ahora le toca el turno al hombre.
El hombre tiene básicamente los mismos cajones que la mujer, pero diferenciando unos y relacionándolos más con sus gustos o aficiones, por ejemplo el cajón del bricolaje, del motor o del fútbol, el amado fútbol.
Pues bien iguales unos, iguales todos,...pues no, el hombre tiene un cajón que no lo tiene la mujer,..el cajón vacío..
EL cajón vacío es el pensamiento más imnocuo, es la nada convertida en idea, supone el abrir la mente para pensar en la más increible imnopia,...el vacío..
-¿En que piensas?
- En nada.
- Imposible siempre pensamos en algo.
Puede que tengamos abierto nuestro cajón vacío, y estemos purulando en un mundo de osos con globos y bizcochitos bailando.
A veces pienso que abro demasiado mi cajón vacío.
Me hizo gracia la historia...