De nuevo sentado en el andén 10.
En Abril...
Con la pequeña reprimenda de mis más ocultos adentros de ser demadiado "descuidado"..
ahi es nada,..y ante eso que más se puede decir, si lleva toda la razón.
Descuidado hasta el punto de perder de vista esta terapia que supone escribir al vacío oscuro, que "parece" que nadie lee, compenetrado con el sinfín de obligaciones diarias con el trabajo y demás "paparruchás" que brotan del mismo, intencionado en saltar del avión y lanzarme a por ese trabajo, aunque para ello tenga que obviar a Sevilla por un tiempo y recoclearme en Las Canarías o Badajoz,..despistado por no saber ya la cantidad de trenes que han pasado, y la eternidad de gente que no he conocido.
Los problemas, las incertidumbres, los "comeeros" de cabeza,..etc,..se sientan junto a nosotros en los bancos de un parque, en el asiento del autobús, en el banco de un andén,...y les damos charla, y más charla,..y más palique, y más, y más,..y llega a ocuparnos tanta atención nuestra, que casi olvidamos quien está sentado a nuestro lado en el tren, quien espera a nuestro lado a que el semáforo se pona en verde para cruzar o quien esperará cuando llegue donde sea.
Por eso creo que no pasa solo un tren, sino varios,..no hay oportunidades perdidas porque otros seguro que las habrán aprovechado, cuando se cierra una puerta, no se abre una ventana, sino multitud de ellas (e incluso algún que otro portalón), no hay oscuridad que no le preceda luz, ni guerra sin calma, despues de cada "adios", podemos encontrar un "hola", detrás de una calamidad siempre llega una sonrisa, confirmado con mi amigo Eugenio, mi primo Miguel, y muchos más que uno de los lugares en los que más te puedes reir es en un velatorio, y que no te suene cínico o "poco profundo".
Todo requiere lucha y entrega, todo llega y todo fluye.
Por todo esto que te cuento, que se que hay personas que necesitan leer esto, o al menos algo parecido, porque quiero que ver sonrisas, y no lágrimas (no al menos las tristes)...No esperes el milagro..
Recuerdo en una pelicula en la que un reportero hablaba con Dios en persona, y le decía que hoy no es un milagro que te toque la lotería,..un milagro era trabajar durante 10 horas diarias y luego llegar a tu casa a tiempo para la cena y despues de ver el entrenamiento de béisbol de tu hijo..o algo parecido.
Y resumiendo, y sin saber quien leerá esto,...persigue tu objetivo
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y sonríe...
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